Un gran lugar, un gran utilitario para diseñadores y desarrolladores

Gracias a internet el teletrabajo es un hecho hoy día. Sin embargo, al ser una disciplina relativamente nueva, todavía se presentan algunas dificultades. Es el caso de la transferencia y sincronización de archivos.

Dropbox es un servicio de alojamiento que viene a resolvernos este gran problema al permitirnos compartir documentos que pueden ser modificados, y sus cambios se actualizarán automáticamente. Esto es especialmente útil para los diseñadores cuando debemos realizar transformaciones a un diseño a pedido del cliente. Por este medio no necesitamos crear JPGs que ocupen espacio en nuestra máquina, sino que el mismo archivo es actualizado cada vez que lo guardas. Otra gran ventaja es que se guarda un historial de los cambios realizados, así que si en algún momento necesitas devolverte al paso anterior lo puedes hacer. Vale destacar que el historial para las cuentas gratuitas solo dura 30 días. Esta herramienta está disponible para Windows, Mac, Linux, incluso para IPhone, y permite la compatibilidad de los archivos en los diferentes Sistemas Operativos.

Tal vez la mayor ventaja que tiene para los diseñadores es en cuanto al trabajo colaborativo. Cuando debes interactuar con un programador que se encuentra en cualquier otro punto del planeta, encontrarás especialmente útil el poder trabajar sobre el mismo PSD sin tanta complicación.

El servicio es gratuito hasta los 2 GB, si se desea mayor capacidad se debe pagar 9.99 dólares mensuales por 50GB o 19,99 dólares mensuales por 100 GB, precio relativamente bajo teniendo en cuenta que tu productividad aumentará considerablemente.

Obviamente uno lo primero que piensa es en la seguridad de nuestra información. Una vez instalado el programa se te crea una cuenta para acceder a dropbox.com y configurar algunas opciones. Únicamente las personas o computadoras que tú autorices tendrán acceso a tus carpetas. Los datos son encriptados utilizando los métodos más modernos al ser enviados y almacenados.

Una recomendación: tratándose de nuestra valiosa información, sea personal o de trabajo, no está de más leer detenidamente el contrato de licencia, especialmente la letra menuda.